- Aspectos biológicos: el hemisferio derecho (en las personas diestras) demuestra ser la sede más importante del cálculo espacial. Las lesiones en la región posterior derecha provocan daños en la habilidad para orientarse en un lugar, para reconocer caras o escenas o para apreciar pequeños detalles.
Los pacientes
con daño específico en las regiones del hemisferio derecho, intentarán
compensar su déficit espacial con estrategias lingüísticas: razonarán en
voz alta, para intentar resolver una tarea o bien se inventarán
respuestas. Pero las estrategias lingüísticas no parecen eficientes para
resolver tales problemas.
Las personas
ciegas proporcionan un claro ejemplo de la distinción entre inteligencia
espacial y perspectiva visual. Un ciego puede reconocer ciertas formas a
través de un método indirecto, pasar la mano a lo largo de un objeto,
por ejemplo, construye una noción diferente a la visual de longitud.
Para el invidente, el sistema perceptivo de la modalidad táctil corre en
paralelo a la modalidad visual de una persona visualmente normal. Por
lo tanto, la inteligencia espacial sería independiente de una modalidad
particular de estímulo sensorial.
- Capacidades implicadas: capacidad para presentar ideas visualmente, crear imágenes mentales, percibir detalles visuales, dibujar y confeccionar bocetos.
- Habilidades relacionadas: realizar creaciones visuales y visualizar con precisión.
- Perfiles profesionales: artistas, fotógrafos, arquitectos, diseñadores, publicistas, etc.